Cuando nos enfrentamos a esta situación, lo primero que debe observar un abogado, es que se trata de un proceso difícil y doloroso para los clientes, aunque judicialmente es un proceso relativamente sencillo si se cuenta con el acuerdo de los interesados. Además, para estos casos, es suficiente con la presencia de un mismo abogado y procurador para ambas partes, siempre que estén bien asesoradas y salvaguardados sus respectivos derechos.
Si no hubiera descendencia, se abre la vía de poder realizar dichos trámites de divorcio en sede Notarial, lo que supone que podemos firmar el divorcio en muy breve espacio de tiempo.
Con la existencia de hijos en común, como establece la ley, debemos acudir a la vía judicial, ya que interviene la figura del Fiscal, para velar por los derechos de los menores. Aquí depende el municipio y el Juzgado en donde recaiga el asunto para estimar un tiempo de resolución.
El divorcio de mutuo acuerdo es un procedimiento que consiste, en primer lugar, en elaborar un Convenio Regulador en el cual se expondrán las condiciones que regirán la vida de los intervinientes desde ese momento en adelante. Aquí se regula donde va a vivir cada uno de los cónyuges, si se establecen pensiones compensatorias o alimenticias, el régimen de visitas de los menores, y todas aquellas circunstancias que debamos reflejar para el normal desarrollo de la relación futura.
También se adjuntará con esta documentación la relación de bienes y derechos para efectuar la partición y liquidación del régimen económico matrimonial.
Cuando se hayan establecido todas estas condiciones mencionadas anteriormente, se firma dicho documento que será aportado al Juzgado, junto con la demanda de divorcio de mutuo acuerdo. En dicha demanda se identifica a las partes y se establecen los hechos, la fundamentación jurídica de dicho procedimiento y se hace referencia al Convenio Regulador como norma que va a regir en caso de desacuerdo entre partes.
Siempre comento a los clientes que lo ideal es guardar ese Convenio en un cajón y esperar que nunca haga falta sacarlo, y llegar con la otra parte a los acuerdos necesarios, sobre todo por el bien del menores o menores, en su caso. Y sólo para casos de desacuerdo, revisarlo y ver lo que consta firmado.
Con el paso del tiempo y siempre que haya algún cambio de circunstancias, se puede solicitar judicialmente, con presencia de abogado y procurador, la modificación de las medidas aprobadas en el momento del divorcio.
Si no hubiera descendencia, se abre la vía de poder realizar dichos trámites de divorcio en sede Notarial, lo que supone que podemos firmar el divorcio en muy breve espacio de tiempo.
Con la existencia de hijos en común, como establece la ley, debemos acudir a la vía judicial, ya que interviene la figura del Fiscal, para velar por los derechos de los menores. Aquí depende el municipio y el Juzgado en donde recaiga el asunto para estimar un tiempo de resolución.
El divorcio de mutuo acuerdo es un procedimiento que consiste, en primer lugar, en elaborar un Convenio Regulador en el cual se expondrán las condiciones que regirán la vida de los intervinientes desde ese momento en adelante. Aquí se regula donde va a vivir cada uno de los cónyuges, si se establecen pensiones compensatorias o alimenticias, el régimen de visitas de los menores, y todas aquellas circunstancias que debamos reflejar para el normal desarrollo de la relación futura.
También se adjuntará con esta documentación la relación de bienes y derechos para efectuar la partición y liquidación del régimen económico matrimonial.
Cuando se hayan establecido todas estas condiciones mencionadas anteriormente, se firma dicho documento que será aportado al Juzgado, junto con la demanda de divorcio de mutuo acuerdo. En dicha demanda se identifica a las partes y se establecen los hechos, la fundamentación jurídica de dicho procedimiento y se hace referencia al Convenio Regulador como norma que va a regir en caso de desacuerdo entre partes.
Siempre comento a los clientes que lo ideal es guardar ese Convenio en un cajón y esperar que nunca haga falta sacarlo, y llegar con la otra parte a los acuerdos necesarios, sobre todo por el bien del menores o menores, en su caso. Y sólo para casos de desacuerdo, revisarlo y ver lo que consta firmado.
Con el paso del tiempo y siempre que haya algún cambio de circunstancias, se puede solicitar judicialmente, con presencia de abogado y procurador, la modificación de las medidas aprobadas en el momento del divorcio.
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